La Gestión Empresarial Responsable

La Real Academia Española de la Lengua define “Responsabilidad” como el cargo u obligación moral que resulta para alguien del posible yerro en cosa o asunto determinado. Cualidad de responsable. A su vez define “Responsable” como persona que pone cuidado y atención en lo que hace o decide. Así pues, la “Responsabilidad” hace referencia a las decisiones, comportamientos, actitudes y acciones que realizamos de manera libre y consciente. El hecho de formar parte de un sistema colectivo que genera interrelaciones constantes entre sus individuos nos lleva a incluir el concepto de “Responsabilidad” dentro del ámbito de lo social en tanto que terceras personas pueden verse afectadas de esas decisiones, comportamientos, actitudes o acciones.

A nivel empresarial se hace cada vez más necesario y casi imprescindible que, siempre que queramos que nuestra empresa logre un crecimiento sostenible adecuado, mantengamos una gestión encaminada hacia las políticas de Responsabilidad Social Corporativa (RSC). Pero ¿qué implica esto?

Al igual que las acciones de un individuo puede generar consecuencias para terceros, las actuaciones que realice una empresa producirá reacciones en su entorno a todos los niveles. Estas partes afectadas de uno u otro modo por las acciones de la empresa o por su simple existencia se conocen con el nombre de “stakeholders” (grupos de interés). ¿Quiénes, por tanto, son los principales stakeholders de una empresa?

Nos referimos, pues, a todos los grupos con intereses legítimos que surgen alrededor de la actividad empresarial, frente a los que existe un deber moral por parte de la empresa. Trabajadores, accionistas o inversores, directivos, proveedores, clientes, administraciones públicas, comunidad. Como podemos comprobar, la gestión de una empresa no afecta solamente a las partes más directas y evidentes (trabajadores o directivos), sino que el rango de influencia se amplía hasta alcanzar todo el entorno que rodea a la empresa.

Hasta hace relativamente poco tiempo, las empresas se centraban en generar valor económico, objetivo legítimo y esencial para la supervivencia de la misma, pero hoy en día esta visión ya no es suficiente. La creciente preocupación por los valores medioambientales o sociales, ha originado una serie de movimientos ideológicos enfocados hacia la RSC entendida como la necesidad de satisfacer las demandas de todos los stakeholders con la finalidad de crear valor, no sólo económico, sino también social y medioambiental.

Por tanto, una Gestión Empresarial Responsable es aquella que produce riqueza en su entorno, dando respuestas a las demandas de la sociedad en la que se encuentra inserta y respetando, además, el medio físico que le rodea. Estos tres aspectos fundamentales nos llevarán a obtener un desarrollo sostenible y socialmente aceptado, logrando que nuestra empresa genere confianza, valor que garantizará la viabilidad de sus proyectos a largo plazo.

Deja un comentario