La empresa responsable con sus empleados

Uno de los stakeholders más importantes de las empresas a nivel interno es, sin duda, el formado por los empleados. El capital humano es uno de los pilares básicos sobre el que se asienta el funcionamiento de cualquier organización y por tanto, una gestión responsable y eficiente tendrá especial vigilancia en el cuidado de sus necesidades y demandas. A continuación presentamos una serie de indicaciones a tener en cuenta por los empresarios y cuerpos directivos de cualquier empresa:

- Contrate a personas cualificadas para cada puesto de trabajo. Valore su eficiencia y competitividad, su capacidad de solución de problemas, su respuesta ante situaciones de presión y además procure que sean personas asertivas, capaces de generar un buen clima laboral y de trabajar en equipo comprometiéndose con los objetivos de la organización. No asigne categorías profesionales inferiores al nivel de cualificación del empleado porque creará malestar, mala imagen como gerente y, además, jamás conseguirá compromiso o confianza por parte del trabajador.

- Remunere adecuadamente a sus empleados. No escatime con los salarios con el objetivo de lograr un mayor beneficio para la empresa, es un error. Un empleado que ve debidamente recompensado su labor y su esfuerzo será mucho más productivo y eficiente que si por el contrario se siente “mal pagado”. A largo plazo le será rentable.

- Nunca demore el ingreso de las nóminas más allá del primer día de mes. La confianza y seguridad de los empleados es fundamental para lograr un mayor compromiso con la empresa. Recuerde que ellos también tienen necesidades económicas a las que hacer frente.

- Como líder de su empresa deberá velar por el mantenimiento de un ambiente laboral adecuado. Intente que cada trabajador se sienta a gusto en su puesto y procure que las relaciones personales sean fluidas y asertivas. Busque soluciones consensuadas para los problemas que puedan surgir y cuente con la colaboración de todos. Haga de sus empleados un equipo.

- La remuneración económica no es el único aliciente de un trabajador. Escuche sus demandas y necesidades y trate de satisfacerlas en la medida de lo posible. Premie los esfuerzos y la consecución de objetivos. Ofrezca gratificaciones en especies o en días libres y verá aumentar la productividad de sus empleados.

- Sepa delegar responsabilidades y confiar en la capacidad de sus empleados para solucionar las tareas cotidianas. Esto les hará sentirse parte de la empresa, aumentando su confianza y responsabilidad de cara a la organización. Recuerde que fueron contratados por su cualificación y preparación para desempeñar con éxito las labores oportunas.

- Marque objetivos realistas y plausibles y valore el esfuerzo y la consecución de los mismos. Si exige que se alcancen unas metas por encima de las posibilidades de la empresa creará malestar y frustración en sus empleados. Ajuste los objetivos a la realidad de su empresa y a la del mercado en el que se encuentre integrada.

- Sea asertivo con sus empleados. Evite crear distinciones en el trato con los trabajadores, dirigiéndose a todos por igual, valorando su valía y esfuerzo de manera justa y responsable, evitando favoritismos o divisiones en función de sus categorías. Cada puesto de trabajo es importante con independencia del nivel de responsabilidad o categoría laboral y, por supuesto, del salario percibido.

- Asegúrese de que la línea de mando y responsabilidades funcione adecuadamente. La comunicación debe fluir con total normalidad, ya sea desde la dirección a los departamentos, de los trabajadores a los responsables, o entre departamentos. Las órdenes deben ser transmitidas como directrices enfocadas a la consecución de los objetivos y no como imperativos caprichosos. Los puestos de mando no deben confundirse con la autoridad, sino que deben identificarse con la responsabilidad, el control y la supervisión, siempre desde un punto de vista asertivo.

- Por último, tenga siempre presente que una cadena es tan fuerte como el más débil de sus eslabones. El equipo de personas que constituye su empresa debe desempeñar su labor de manera eficiente, responsable y satisfactoria, haciendo del grupo una unidad que trabaja por el mismo fin, olvidando las individualidades en favor del bien común.

El éxito de su empresa depende en gran medida del capital humano con el que cuente. Por eso ha de ser una de sus mayores preocupaciones y prioridades. Obrar con responsabilidad y respeto le garantizará el éxito en el funcionamiento de su empresa.

Personas que trabajan para otras personas, pero todas ellas, simplemente personas.

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