La corrupta adaptación

Jean William Fritz Piaget, famoso epistemólogo, psicólogo y biólogo suizo, realizó diversos estudios sobre la infancia y elaboró una teoría del desarrollo cognitivo y de la inteligencia que explicaba el modo en el que se producen los nuevos aprendizajes. De este modo definió la función de adaptación, según la cual, los seres humanos son capaces de adquirir nuevos conocimientos mediante dos procesos, la asimilación y la acomodación. El primero hace referencia al modo en el que un nuevo estímulo del entorno es interiorizado y asociado a una estructura cognitiva previa. La acomodación es la modificación de esa estructura previa para fijar el nuevo aprendizaje y crear las rutinas necesarias para que el nuevo conocimiento pase a ser una estructura cognitiva nueva. Asimilación y acomodación para lograr la adaptación.

Ejemplo: un niño que aprende a abrocharse los botones de la camisa ha fijado esa conducta a las estructuras cognitivas y conductuales que ya posee, como puede ser introducir objetos por agujeros. Este paso constituiría la asimilación. La acomodación sería la creación de esa conducta nueva independiente de las demás, abrochar los botones. A todo el proceso lo llamaríamos adaptación.

Cuando el nuevo estímulo no logra fijarse de manera inmediata a las estructuras cognitivas preexistente, es posible que se produzca una situación de estrés o de crisis que obligue a realizar un esfuerzo especial hasta que se logra el equilibrio necesario entre las estructuras previas y la nueva información. Es decir, que el niño buscará todos los recursos de los que dispone hasta lograr asimilar la nueva conducta, en nuestro ejemplo, abrocharse los botones.

Esta breve clase de psicopedagogía nos va a servir como fundamento para la siguiente teoría.

La economía se rige por unas leyes básicas y por unos procesos regulados que logran el equilibrio necesario para el que el sistema funcione y se mantenga de manera estable. Si, además, consideramos la economía de una sociedad como un ente vivo, capaz de crecer, evolucionar e incluso morir, podremos extrapolar la teoría piagetiana sin mucha dificultad.

Se produce, por tanto, un proceso de asimilación cuando aparecen nuevos estímulos externos que se deben encajar en las estructuras económicas ya existentes. Como ejemplo sencillo nombraremos el cambio de la moneda nacional a la comunitaria europea. La acomodación se produce cuando este nuevo estímulo se adapta perfectamente y comienza a funcionar como una estructura económica más. De este modo, el uso de la nueva moneda pasa ser un proceso mecanizado, siendo incluido en el sistema económico de manera adecuada y dando por concluido el proceso de adaptación. Si por el contrario este proceso tuviera dificultad para realizarse de manera adecuada comenzaría un período de reajustes hasta que se lograra el equilibrio necesario para que la adaptación finalizara correctamente.

Hasta aquí todo parece bastante lógico e incluso clarividente. El problema subyace en la naturaleza de los nuevos estímulos del entorno. Cuando el nuevo estímulo no tiene cabida en el reglamento establecido por el propio sistema pero de igual modo pretende ser introducido pueden acontecer situaciones imprevisibles y de consecuencias nefastas. Cuando nos saltamos el orden que regula la adaptación de las nuevas conductas y pretendemos que ocurra una acomodación sin que previamente haya existido una asimilación, el sistema entrará inevitablemente en crisis. Cuando intentamos que una conducta que no encuentra ninguna estructura previa a la que fijarse sea procesada y pase a formar parte del sistema creará una disfunción que colapsará el funcionamiento correcto del propio sistema. A este hecho es al que denominamos la corrupta adaptación.

La corrupta adaptación

Es el proceso mediante el cual una nueva conducta o elemento es introducido en un sistema económico sin que pueda producirse una adaptación que sirva para ajustarse al sistema debido a la propia naturaleza de la conducta o elemento. De este modo, el equilibrio del sistema económico se ve alterado propiciando una situación de crisis que obligará a realizar constantes reajustes para tratar de devolver la estabilidad previa.

El proceso de asimilación, que consiste en fijar la nueva conducta o elemento a las estructuras económicas preexistentes, no se lleva a cabo y, por tanto, la acomodación no puede realizarse de manera correcta. Con la función de adaptación corrupta, el sistema sufrirá una alteración significativa llevándole a un obligado reajuste que será proporcional a la desviación respecto del equilibrio previo, causada por la introducción de la nueva conducta o elemento.

Ejemplo: en un sistema económico basado en la ley de la oferta y la demanda introducimos una empresa que en vez de vender productos, los regala. Esta conducta desestabilizaría el mercado con unas consecuencias catastróficas para el resto de empresas y, por consiguiente, afectaría al propio sistema que no tardaría en entrar en crisis.

La teoría de la corrupta adaptación es muy fácilmente aplicable a la situación económica actual en la que se han estado introduciendo constantemente conductas y elementos al margen de la ley y de las reglas económicas establecidas, que han logrado desequilibrar el sistema provocando una escalada de reajustes tan severos como irregulares fueron sus causas.

Así pues, para impedir que se produzcan desequilibrios económicos que nos lleven a situaciones de crisis debemos evitar las adaptaciones corruptas y promover el aprendizaje y la utilización responsable de conductas y elementos que se encuentren dentro de las posibilidades reales de adaptación de nuestro sistema económico, es decir, de la legalidad.