¿Buscas trabajo?

Los últimos datos registrados sobre el desempleo arrojan unas cifras nada halagüeñas. Una de cada cuatro personas en edad activa carece de empleo. Lo peor es que la posibilidad de que esta tendencia se invierta a corto plazo es prácticamente nula. Nos encontramos a mitad de camino en lo que respecta a la crisis económica. Históricamente España es un país que sufre con mayor intensidad cualquier fluctuación económica, lo que hace pensar que no será sencillo retomar la senda del crecimiento. Que nadie se lleve a engaños, posiblemente antes de 2018 no cambie la situación.

Al leer esta afirmación, a cualquiera le recorre un escalofrío por la espalda digno del mismísimo maestro del suspense Alfred Hitchcock y se nos plantean algunas dudas, ¿qué vamos a hacer hasta entonces?, ¿cómo vamos a estar tanto tiempo sin trabajo?, ¿de qué vamos a vivir?… y muchas otras del mismo estilo. Pues bien, a continuación presentamos una manera de afrontar esta situación basándonos en el autoempleo como modo de incorporarse al mundo laboral.

Nadie va a venir a buscarte a casa

Lo primero es tener bien presente este enunciado. La pasividad fruto de la apatía que se instala en nuestra mente (con o sin razón, no vamos a juzgarlo ahora) debe ser apartada de un plumazo. La búsqueda de trabajo es en sí un trabajo al que hay que dedicar varias horas diarias.

Qué sé hacer

Coge un folio en blanco y escribe en él la respuesta a esta pregunta. No pongas sólo una cosa, sino todo lo que sepas hacer o se te dé bien. No importa lo que sea, si es cualificado o no, ahora escribe, ya habrá tiempo de valorar cada respuesta.

Selecciona las mejores respuestas

Ahora es el turno de valorar cada una de las respuestas. Tenemos que evaluar hasta qué punto estas habilidades y conocimientos pueden sernos útiles para trabajar. Descartaremos las que no nos lleven a ningún sitio o pertenezcan a sectores colapsados (como el de la construcción) y marcaremos las que nos parezcan más factibles.

Estudia con detenimiento estas ideas

Tus habilidades y conocimientos son la llave para lograr el éxito. Desarrolla una idea de negocio basado en ello y analiza el modo en el que podrías utilizarlo como medio de vida, es decir, cómo transformarlo en un trabajo. Aprovecha para estudiar el mercado existente sobre esa idea.

Sé realista

Es muy importante mantener el contacto con la realidad en todo momento. No cometas el error de hacer “la cuenta de la lechera” si crees que tienes una buena idea. El objetivo no es hacerse rico de la noche a la mañana. Acabas de empezar un duro camino y aún queda mucho trabajo por delante.

Qué necesito

Redacta una lista con las cosas que necesitarías para convertir esa idea en un proyecto real de trabajo. Recuerda que debes contar también con las cosas inmateriales, tales como, titulación, permisos, licencias, etc.

De qué recursos dispongo

Haz otra lista con todos los recursos de los que dispones, ya sean económicos o materiales. Incluye también todos aquellos contactos, amigos o familiares, que puedan ayudarte, pero no abuses de ello puesto que nunca se debe iniciar un negocio con las manos totalmente vacías ni dependiendo de terceras personas.

Qué legislación o normativa existe

Todos los trabajos están regulados por leyes o normativas que se deben conocer bien antes de embarcarse en ningún proyecto, ya que su incumplimiento puede acarrear cuantiosas pérdidas. Este punto suele ser de los más complicados, por eso no dudéis en pedir asesoramiento. También podéis aprovechar Internet para informaros, puede resultar una fuente muy enriquecedora.

Existen ayudas

No hay que iniciar un proyecto laboral pensando en ayudas o subvenciones, pero sí es cierto que si podemos optar a ellas debemos hacerlo para conseguir un impulso económico que nos ayude en los primeros momentos. Actualmente encontramos descuentos en el pago de la Seguridad Social para nuevos emprendedores, así como ventajas fiscales y otras medias para favorecer la iniciativa empresarial. Todas ellas las puedes encontrar fácilmente en Internet.

También hay obligaciones

Uno de los aspectos más desconocidos para los nuevos emprendedores es el referente a las obligaciones que todo trabajador por cuenta propia debe asumir. Hablamos de los impuestos y declaraciones. Este apartado podéis consultarlo en la Agencia Tributaria directamente, os asesorarán muy bien. Como ejemplo sirvan las declaraciones de IVA o de IRPF.

Necesitas financiación

Los recursos económicos son, en muchas ocasiones, un impedimento para iniciar un negocio. Muchos pensarán que es, incluso, el único impedimento, pero si tenemos un buen proyecto laboral podemos encontrar la financiación adecuada, bien en entidades bancarias o a través de las Instituciones Públicas. Existe crédito y se está concediendo, os lo aseguro, pero obviamente debemos tener un buen proyecto, ajustado a la realidad y con posibilidades de crecimiento. Puede que nos exijan un proyecto de viabilidad o un estudio de mercado. Nuevamente en Internet podéis encontrar el modo de hacerlo.

Ilusión y ganas de trabajar

Lo más importante es no perder nunca la ilusión ni las ganas de trabajar. Os encontrareis muchas trabas e inconvenientes pero recuerda que si otros lo consiguieron, tú también puedes.

Como veis, puede parecer a priori una tarea complicada pero si vamos paso a paso se pueden obtener resultados bastante esperanzadores. Eso sí, hay que dedicarle tiempo y esfuerzo. Los datos actuales reflejan que, pese al aumento del número de desempleados, cada vez son más las personas que deciden emprender un negocio por cuenta propia.

Seguid este consejo, no esperéis a que os llamen, sed emprendedores.