Cuando no vemos más allá

Desde las pasadas elecciones en las que la formación de Podemos irrumpió inesperadamente en el panorama político español, se ha hecho más patente la despreocupación por ver más allá de la satisfacción a corto plazo que producen las propuestas populistas y demagógicas.

Ya ocurrió previamente con la famosa propuesta de Zapatero de devolver 400 euros a los contribuyentes que incluyó en su programa electoral de 2008 y que le dio la victoria en las urnas. Esta medida le supuso a las Arcas del Estado un desembolso de unos 5.000 millones de euros. Esta y otras medidas enfocadas a agradar al pueblo mientras que una de las mayores crisis económicas de las historia se cernía sobre nuestras cabezas llevo al país casi a la quiebra, lo que hizo que en 2011 se anticiparan las elecciones generales, síntoma inequívoco de la incapacidad del gobierno de entonces de resolver la gravísima situación en la que nos había metido este tipo de medidas demagógicas.

Pan para hoy y hambre para mañana, así reza el dicho popular que podríamos usar para definir perfectamente este tipo de políticas cortoplacistas. Y no vamos a realizar una apología del bipartidismo ni a defender la actuación de los que han abusado de una u otra forma de su cargo o posición, pero sí que vamos a tratar de explicar por qué es perjudicial dejarse llevar por la euforia de los que prometen “la salvación”.

Para empezar, cabe señalar que la formación de Podemos logró un exitoso resultado en los comicios europeos del presente año, convirtiéndose en la cuarta fuerza política más votada en España, con un programa electoral lleno de patrañas seudo-hippies, sin ningún rigor ni fundamento, y ni siquiera una mínima alusión al modo en el que se pretende conseguir ese estado de felicidad tan de Los mundos de Yupi. Lógico, puesto que cuando no se entiende ni se sabe cómo funciona realmente la economía es muy difícil llegar a decir algo coherente. Y esto es lo que sucede con las medidas que Podemos lleva en su programa. Veamos algunos ejemplos:

Renta Básica

La mayoría de los economistas coinciden en que esta medida provocaría un incremento del gasto público que difícilmente sería soportable por la economía nacional, es decir, que la única forma de materializar esta propuesta sería subir los impuestos (IRPF e IVA) pero subirlos como nunca hasta ahora se ha visto, aspecto que Podemos omite intencionadamente para evitar dañar su política populista.

Por otro lado, esta Renta Básica provocaría, sin ningún lugar a dudas, un movimiento parasitario entre la población, “para qué trabajar si con la Renta Básica ya puedo vivir”, y un incremento de la economía sumergida similar a lo que ocurre con las ayudas para desempleados de larga duración que existen en la actualidad; personas que no abandonan las listas de desempleo pese a estar trabajando (sin estar dados de alta en la Seguridad Social) por no perder esas ayudas del Estado, y ténganse en cuenta que esas ayudas las pagamos todos los ciudadanos.

Adelantar la edad de jubilación

A priori es una propuesta que contaría con el respaldo de la inmensa mayoría pero, ¿en qué se traduciría económicamente? Debemos tener en cuenta todas las variables antes de apoyar esta medida. La esperanza de vida que crece paulatinamente, los datos demográficos que nos hablan de un importante envejecimiento de la población, la disminución de la población activa o el desempleo son algunas variables que no podemos olvidar, ya que juntas están ocasionando una disminución de los ingresos del Estado y un aumento del gasto público. Si a esto además le sumamos un adelantamiento de la edad de jubilación, tendremos más pensionistas y menos trabajadores cotizantes, lo que redundaría nuevamente en una agresiva subida de impuestos para mantener el gasto social. Otro factor que Podemos parece ignorar.

Impago de la deuda pública

Este es sin duda uno de los mayores disparates que se pueden leer hoy en día. No vamos a adentrarnos en complejos análisis macroeconómicos y solamente plantearemos la siguiente cuestión: de darse el caso de que nuestro país se negase a pagar la deuda pública que tiene contraída ¿no sería lógico pensar que las ayudas que España recibe de la Unión Europea se suspenderían?

Resulta curioso que Andalucía sea una de las Comunidades donde Podemos está teniendo más acogida ya que su política provocaría el final de todas las ayudas que recibe para el mantenimiento y sostenimiento de la agricultura. Otro efecto a largo plazo que se omite intencionadamente.

Nacionalizar empresas

Parece ser que la influencia Chavista va más allá del uso de la razón. La intención de implantar una dictadura socialista en nuestro país se deja ver con esta medida con la que se pretende intervenir incluso los medios de comunicación, eliminando de un plumazo la libertad de prensa y opinión. No hace falta explicar demasiado esta propuesta y basta ver la situación de países como Venezuela, China o Cuba.

Y no hay mucho más que decir o analizar porque económicamente el programa de Podemos es nulo, vacío de contenido y fruto de la más absoluta ignorancia. Cualquier persona inteligente que lo lea puede darse cuenta de que sus propuestas son irrealizables y que si se impusieran a la fuerza nos harían retroceder a los años 50 llevándonos a la más mísera pobreza. Muchos mirarán egoístamente por sus intereses de hoy y creerán que es bueno votar a Podemos, mas cuando su situación empeore culparán al gobernante en vez de entonar un mea culpa al saber que su miopía económica fue la causante.

Eso sí, no vamos a obviar que nuestro país necesita un profundo cambio, pero no por ello hay que poner de consejero del reino al bufón de la corte. Debemos ser conscientes de las consecuencias de tomar determinadas decisiones y las consecuencias de que un partido como Podemos llegue a tener más fuerza son catastróficas.

Y por último, lo que más ofende de Podemos es su manera de insultar al pueblo y de considerar a la gente imbécil e incapaz de darse cuenta de la utilización de sus baratos discursos demagógicos para engatusar y captar votantes con el fin de llegar al poder, que es su única pretensión. La Iglesia Cristiana jugó con la ignorancia del pueblo durante siglos, ahora la formación de Pablo Iglesias (su ególatra mesías) pretende sucederla olvidando que estamos ya en el siglo XXI y que el pueblo es inteligente.